He sentido verdadera vergüenza al escuchar este mediodía al Presidente del Gobierno, señor Rayoy, y a la señora Cospedal justificar la rapidez con la que tratan de aforar al actual ciudadano Juan Carlos de Borbón ; no puedo menos que dudar de que ambos sean realmente licenciados en derecho( registrador de la propiedad y abogada del Estado, respectivamente). Quieren convencernos de que no hay más que razones de justicia en ese aforamiento, por lo mucho que debemos al ex Rey, por lo mucho que hizo por nosotros en estos últimos 39 años.
Pues no señores, las cosas no se hacen así; se respeta la ley y el papel de las Cortes y se aplica la legalidad vigente; con la legalidad vigente el Rey que abdica, deja de ser Rey y pasa a ser un ciudadano igual en derechos y obligaciones que el resto de los españoles. Por muy raro que les parezca, las cosas son así y ese vacío legal que hay- la Constitución no contempla la figura del Rey que renuncia- es culpa de los políticos que desde diciembre de 1978 no tuvieron tiempo para hacer, como es debido, una ley que regule el estatuto jurídico del Rey y de su familia; hacer ahora en 15 días lo que no se hizo en 36 años es una falta de respeto a las Cortes y al pueblo español.
Va a resultar que el ex Rey no era tan ejemplar como se nos decía y se tema que tenga que responder de lo que ha hecho, aunque sea ante el Tribunal Supremo.
Cuando lo que se debe promover es reducir a casi cero el número de aforados, ahora lo aumentamos; un poco de seriedad y de madurez, por favor
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