Mañana 31 de octubre cumpliré 81 años. No tengo la sensación de cargar con tantos años encima y aunque soy consciente que el camino que me puede quedar por recorrer es mínimo no veo el futuro- la muerte- con temor. Tiene que llegar y sólo tengo un deseo: no ser una carga para los que me rodean y que el ultimo instante lo pase con dignidad y elegancia.
He tenido una vida complicada y dura, tanto en lo personal como en lo profesional. No sé como valorarla y seguramente pudo ser de otra manera y de haber tomada otras decisiones, en los momentos en que las tomé hoy las cosas serían muy distintas; pero no tiene sentido plantearse si hubiera hecho esto u otra cosa todo hubiese sido distinto; el pasado no hay manera de cambiarlo y sólo tiene sentido recordar las cosas buenas que me han sucedido en estos años : las que más me llenan de orgullo son mis tres hijos: trabajadores , honrados y preocupados por sus padres y mis cuatro nietos que van por el buen camino; lo demás : deseos insatisfechos, dolores, enfermedades y dificultades no me obsesionan ni me entristecen.
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