VERANO PARA MEDITAR

 Este es la última entrega del curso académico. Desde el próximo 1 de julio entro en modo verano y regreso a ibera del Golf, de donde me fui el lejano mes de septiembre del año pasado; volveré en septiembre, ignoro qué día, porque ya estoy en esa fase de la vida en la que el futuro no sólo es desconocido también es ajeno a tu propia voluntad, em mi caso son mis hijos los  deciden cuándo voy y cuando vuelvo  y cómo lo haré..

El martes día 5 operan a Lele de la vesícula, que todo vaya bien

Soy consciente de que va a ser un verano difícil y extraño, no sólo por las dificultades que supone estar casi a solas con Filo, su estado como es natural cada día exige más atención y cuidado y su ayuda es inexistente.

Además los nietos que tana compañía hacen, comienzan a tener su propia vida y este verano no estarán ni Covadonga que se va a finales de julio para Estados Unidos donde pasará todo el curso escolar, ni Sergio que se pasará estudiando para tratar de superar el ingreso en la Guardia Civil, la oposición se convocó ayer y se celebrará a finales de septiembre. Por lo tanto no tendremos  exceso de clientela: Carolina y Carlota- no sé cuántos días- y Lucía , Sergio ( creo que el vendrá bien un descaso para recuperarse de sus problemas de salud) y Carmen que aprovechará su último verano antes de empezar la dura carrera de Medicina.

Espero que el cambio de aires me suavice los dolores de la rodilla derecha que no me abandonan y me dedicaré con intensidad a meditar sobre si debo poner o no la prótesis de rodilla que me aconsejan, decisión que no acabo de ver clara y no sé si seré capaz de tomar una decisión.

Estos últimos meses es cuando he tomado plena conciencia de que realmente ya soy un anciano a punto de cumplir 89 años; hasta ahora era como si no me diera cuenta de quien era; ahora la realidad me ha dado un golpe que no puedo ignorar; vivo los minutos de la basura  y contra el paso del tiempo no hay más solución que la resignación. Solo me pido a mi mismo, vivir  lo que me quede con dignidad , no ser un palizas llorón y molestar lo menos posible a la familia.

Buen verano