Ayer por la noche mi hermano Pepe me comunica que ha muerto Juan Cueto; hoy los dos periódicos de la Provincia están llenos de necrológicas( laudatorias, como es habitual) sobre sus andanzas públicas y sus éxitos, pasados, como comunicador. Juanchi Cueto- como lo conocíamos sus amigos de la infancia, llegó a ser el modelo de la " intelligencia" progre de Asturias a quien el sector afin del PSOE, convirtió en un gran personaje; efecto que siempre me sorprendió.
Juan Cueto y yo, tuvimos muy buena amistad en nuestra juventud; ambos somo del 42, estudiamos en el Colegio de los Dominicos en el mismo curso, eramos de la misma pandilla colegial junto con Carlos Fanjul, José Manuel Miguel Moratiel( ya fallecido); Toni Friera, José Luis Bujanda y otros muchos. Recuerdo que en los primeros años del bachillerato le habían operado de algún problema en la cabeza y no recuerdo que practicará ningún deporte, por lo que me sorprendió cuando fue directivo del Sporting de Gijón.
Nuestra amistad- siguió en la Universidad, fuimos también de la misma promoción de Derecho- 1959/1964- y del mismo curso era también Rosa Fdez. Corugedo que fue su esposa años después. No lo recuerdo como alumno brillante, aprobaba y tenía de sobra, estaba volcado en labores culturales con el SEU( programa en la radio:fenestra universitaria; especialmente), junto con otros compañeros de curso, como Bienvenido Álvarez, Miguel Castrillo y Juan Luis Iglesias Prada.
Cuando terminamos la Carrera, marchó a Argelia y volvió ya hecho un intelectual superprogre, tuvo otros amigos y otros empeños y practicamente dejamos de tener relación personal; yo me dedique a otras tareas muy distintas a las suyas y no alcance el reconocimiento público que él tuvo. A pesar de ser contrario a ellos, tuvo muchos homenajes oficiales( algo que nunca entendí, porque si realmente no los quieres no los acepta y ya está), pero así somos los humanos de contradictorios.
Dentro de unas horas su cadáver lo reciben en el Tanatorio y como me imagino que ese triste momento será un acto , más bien publico, no iré, le dedico estas líneas como recuerdo de nuestra común infancia y juventud en la que disfrutamos de una buena amistad y con el pesar de que lo que queda de la generación del 42 estamos jugando ya los minutos de la basura
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