Fin de semana complicado; el sábado recibo una llamada de Sergio, mi yerno, marido de Lucía, comunicándome el fallecimiento de su padre Faustino; la noticia me apena, porque le tenía en mucha estima, creo que era muy buena persona y había sido un resistente que soportó con entereza los achaques de salud que padeció desde muy joven con un precoz cáncer de colon que le obligaba a llevar una bolsa de forma permanente; como esa enfermedad fue la que acabó con mi padre y viví lo que era tener que llevar tal bolsa para las heces, que yo era el encargado de cambiársela dos veces al día, me imagino con exactitud lo que tuvo que ser la vida de Faustino durante los muchos años que vivió con ella: Deja un buen recuerdo entre todos los que le conocimos.
Ya me ha llegado la nueva edición- la cuarta ,2022- del Manual de Derecho Civil, Curso I; donde se recogen todas las novedades de las leyes civiles sobre eutanasia, Registro Civil, personas con discapacidad, derechos de los animales; ha quedado muy bien; solo falta que los profesores en activo en Oviedo y Madrid lo recomienden( espero poco de aquí y más de Madrid, donde Eduardo acabará recomendándolo).
El artículo que mandé a El Comercio,- sobre el lenguaje jurídico progresista-no parece, lo que es lo que me ha ocurrido últimamente; no debe ser de interés, tomo noto para evitar más artículos.
Sigo con el tratamiento de ozono para los dolores de la rodilla derecha y no hay progreso alguno; tengo que hacerme a la idea de que el tiempo de vida que me queda- necesariamente escaso- voy a convivir con ese dolor que hay momentos que me invalidan y me hacen ver el anciano que ya soy al que me resisto en reconocer. Menos mal que puedo seguir yendo al CAU.
Filo lentamente para atrás, sin control alguno de sus necesidades